Existen varias preocupaciones que ocupan la mente de aquellos que solicitan el divorcio, o están pensando en hacerlo. La mayoría de estos pensamientos se centran en la custodia de los hijos, pero no hay que perder de vista las cuestiones económicas. Entre estas cuestiones, encontramos el tema de la herencia. ¿Tienes que exponer por escrito que no deseas que tu ex pareja tenga acceso a tu herencia en caso de que fallezcas? ¿Cómo puedes conservar tu herencia en caso de divorcio? ¿Debes cambiar tu testamento tras el divorcio? Resolvemos todas las dudas a continuación.
La importancia del testamento anterior al divorcio
En primer lugar, debes tener en cuenta que, aunque hayáis disuelto el matrimonio y ya no estéis casados, si incluías al que era tu cónyuge en tu testamento redactado con anterioridad al divorcio, este seguirá vigente mientras no redactes otro distinto.
Cuando una pareja se divorcia se disuelve el régimen económico del matrimonio y desaparecen las obligaciones y los derechos adquiridos a raíz del enlace. Pero, si le hemos incluido de forma explícita en nuestro testamento antes de divorciarnos, tendremos que hacer algunos cambios si queremos evitar que herede la parte que indicamos en su momento en este documento legal.
Se trata de un paso muy importante, ya que si no se lleva a cabo puede darse la complicada e incómoda situación de que, tras tu fallecimiento, tu ex pareja se quede con tu herencia en detrimento de tus padres o tus hermanos. Mucho más complicado sería el hecho si tenéis hijos en común. Por ello, lo más recomendable es realizar un nuevo testamento y actualizarlo en favor de los hijos o de quien consideres.
Validez del testamento tras el divorcio
De hecho, si no modificamos el testamento actualizándolo a la nueva situación, estaremos propiciando que siga vigente la versión que elaboramos al estar casados. Y es que dicho testamento cuenta con toda la validez legal, incluso después de formalizado el divorcio.
La única excepción por la que el testamento previo al divorcio perdería parte de su validez se produciría al incluir como condición, para que nuestra pareja sea la heredera, que continúe siendo nuestra pareja. Es decir, si ligamos la condición de heredero a la de cónyuge, de forma que si nos divorciamos o separamos la otra parte deja de ser cónyuge y, por tanto, heredero.
De cualquier forma, es mucho mejor no arriesgarse y evitar a tus herederos problemas futuros. Redactar un nuevo testamento es un procedimiento sencillo y no cuesta mucho dinero, y te proporcionará la seguridad de estar dejando todo bajo control.
Mucho más importante será la redacción de un nuevo testamento si lo que habéis decidido emprender es una separación de hecho, en lugar de un divorcio o una separación judicial. En caso de que fallezcas, tus herederos tendrán que demostrar ante un juez que os encontrabais separados, que ya no existía relación y que no convivíais juntos.
Para ello, podrán aportar cualquier prueba que lo acredite, como por ejemplo testimonios o documentos. Como comprenderás, siempre será mejor evitar este trámite a tus herederos (hijos, padres, hermanos…), por lo que la opción más deseable siempre es redactar un nuevo testamento.
En cambio, si durante el tiempo que duró el matrimonio no elaboramos ningún testamento en favor de nuestro cónyuge, no será necesario realizar ningún trámite para evitar que herede nuestros bienes, pues la disolución del régimen económico del matrimonio será suficiente para situarlo al margen.
Mención aparte merecen los casos en los que hay hijos en común. Si una de las partes fallece y los hijos son menores, la otra parte quedará autorizada para gestionar los bienes heredados por los hijos. Por eso, sería conveniente nombrar con anterioridad a un administrador.