En los casos de divorcio con hijos menores, quienes más sufren en todo el proceso, y también durante los años posteriores, son los hijos. Ningún padre o madre quiere perjudicar a sus hijos, pero hay ocasiones en las que el divorcio se presenta como la única solución a una relación y una convivencia que no pueden extenderse durante más tiempo. Así pues, ¿cómo gestionar un divorcio con hijos pequeños? Lo analizamos a continuación.
A la hora de hacer los trámites de divorcio, siempre se deberán primar los intereses y el bienestar de los menores y, después los de los progenitores. Hay que tener en cuenta, también, que hay una serie de cuestiones y conflictos que solucionar que no existen en los casos de divorcio sin hijos o con hijos mayores o independientes.
¿Cómo llevar un divorcio con hijos pequeños?
En primer lugar, habrá que tomar decisiones respecto a la guarda y custodia de los hijos menores de edad. En este punto es importante diferenciar este concepto del de patria potestad. Esta será común para los dos progenitores y ambos podrán participar en la toma de decisiones importantes para la vida de los hijos.
Respecto a la custodia, hace referencia a quién se encargará de los hijos. Puede ser compartida, de modo que ambos se repartirán las responsabilidades y el tiempo que están con los niños, o de uno solo.
En caso de que la custodia la ostente solo uno de los progenitores, habrá que tomar decisiones también sobre la pensión alimenticia. Se trata de una cantidad mensual que tendrá que abonarle el progenitor que no tiene la custodia al otro, en concepto de gastos necesarios para cubrir las necesidades de los hijos. Este gasto se repartirá entre los dos, y el importe que pague cada uno dependerá de varios factores, como los ingresos, el trabajo o el nivel de vida de la familia antes del divorcio, aunque normalmente se aplica el 50 %.
El régimen de visitas también será otro tema que se tendrá que discutir en un divorcio con hijos menores. Si la custodia es compartida, será mucho más sencillo, pues el tiempo que cada uno pasará con los niños se divide en partes iguales o similares. En caso de que la custodia pertenezca solo a uno de los dos, lo ideal es llegar a un acuerdo justo, pero si no es así, existe un mínimo legal: fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones de verano y Navidad.
Los posibles gastos extraordinarios en caso de divorcio que puedan surgir con posterioridad también se tendrán que negociar. Estos son los que cubren cuestiones totalmente necesarias para el menor, pero que no se pudieron prever en el momento del divorcio (gafas, aparatos de ortodoncia, clases de refuerzo por malos resultados académicos…). Normalmente el coste se repartirá a la mitad, pero puede haber excepciones en caso de que exista un desequilibrio económico importante entre los dos progenitores.
Pasos a seguir en un divorcio con hijos menores de edad
La situación ideal para todos es divorciarse de mutuo acuerdo y llegar a un acuerdo respecto a todos estos puntos, pero en ocasiones no es posible y es necesaria la intervención judicial (divorcio contencioso). En cualquier caso, el objetivo último es que cada una de las decisiones afecte lo menos posible a los hijos.
Si los progenitores logran un acuerdo, se establecerán todas las condiciones en el convenio regulador de divorcio, que se elaborará al principio del proceso y tendrá que ser aprobado por las dos partes. También tomará parte en este caso el Ministerio Fiscal, que se encargará de garantizar en todo momento que los acuerdos alcanzados garantizan el bienestar de los menores.
En caso de desacuerdo, será el juez el que establecerá en la sentencia las medidas a llevar a cabo, que serán de obligado cumplimiento para las dos partes.