No es algo que la gente se plantee con demasiada frecuencia, pero en algunas ocasiones puede resultar más interesante renunciar a una herencia que aceptarla y disfrutarla. Uno de los motivos puede ser que el testamento y la herencia, además del patrimonio, también venga acompañada de deudas pendientes de saldar. O, por ejemplo, que los impuestos que se deben abonar a cambio de recibirla sean incluso mayores que el valor de la propia herencia. Otro de los supuestos, en cambio, es en el que se considera que quien debería recibir la herencia no somos nosotros, si no otra persona. Sea cual sea tu caso, si te interesa saber cómo renunciar a una herencia, continúa leyendo.
¿Se puede renunciar a una herencia en favor de alguien?
Se trata, en líneas generales, de ceder los derechos hereditarios a otra persona que deberemos elegir previamente, y sí que es posible hacerlo. No obstante, debes conocer bien el proceso y los posibles costes que este puede generar.
En estos casos hay que tener en cuenta que el heredero inicial, aunque desee ceder su herencia, debe haber heredado. Esto significa que, para poder ceder sus derechos, debe haberse convertido previamente en heredero.
Por lo tanto, primero habrá que aceptar la herencia y pagar por ella el Impuesto de Sucesiones. Una vez hecho esto, podrá ceder la herencia a quien desee, y esta persona deberá pagar, por su parte, el Impuesto de Donaciones.
Plazo para renunciar a una herencia
Lo primero que debes saber es que el Código Civil no establece textualmente ningún tipo de plazo para proceder a renunciar a una herencia. No obstante, sí que hay algunos puntos que es conveniente tener en cuenta.
En primer lugar, y aunque parezca una obviedad, no será posible renunciar a una herencia antes de que la persona de cuyo testamento estemos hablando fallezca. Y es que es posible que, por cualquier motivo, conozcamos el contenido del testamento antes de que se produzca el fallecimiento y deseemos renunciar a lo que en él se establece.
Pues bien, no es posible hacerlo si no se ha producido todavía la muerte, también por otro motivo: porque no se conoce de forma fehaciente y contrastada el contenido real del testamento. No es posible consultarlo si no se certifica el fallecimiento.
El otro punto importante relativo a los plazos tiene que ver con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Lo más recomendable es renunciar cuanto antes y, especialmente, antes de que prescriba dicho impuesto. De esta forma, se considerará que el heredero nunca ha sido tal y no estará sujeto al impuesto, del mismo modo que la herencia sobrante que reciben el resto de herederos no se considerará una donación, y por tanto no tendrán que pagar por ella como si lo fuera.
Procedimiento para renunciar a una herencia legítima
Este tipo de renuncias tienen exactamente el mismo mecanismo que el resto, y los únicos requisitos para poder llevarlas a cabo es que debe renunciar a la totalidad de la herencia, no a una parte, que también se renuncia en nombre de los hijos y que se trata de un trámite irrevocable.
Sin embargo, como hemos comentado, existirán diferencias si decidimos renunciar antes de la prescripción del impuesto o no. Así, si lo hacemos después tendremos que pagar el importe solicitado y, quien reciba la herencia, lo correspondiente a la donación.
Por último, las renuncias a una herencia deben hacerse ante notario.
¿Cuánto cuesta renunciar a una herencia?
Renunciar a una herencia de forma pura y simple no implicará el abono de impuestos. Solo habrá que pagar al notario para realizar el trámite. Si renunciamos después, el coste se eleva en función del importe del impuesto, que se deberá pagar igualmente.