Si has iniciado un proceso judicial, has resultado ganador y te han indemnizado, estarás de enhorabuena. No obstante, debes tener en cuenta que las indemnizaciones también tributan y hay que incluirlas en la declaración de la renta. Asimismo, recuerda que, además de las indemnizaciones, las costas procesales también tributarán. De hecho, a efectos judiciales el importe que el perdedor debe abonar al ganador en concepto de gastos procesales también se considerará parte de la indemnización propiamente dicha. Pero, en concreto, nos vamos a centrar a continuación en explicar cómo tributan las indemnizaciones; en concreto las indemnizaciones laborales, por accidente de tráfico y por accidente laboral.
Cómo tributa la indemnización por ERE
Las indemnización que recibe un trabajador al ser despedido en el contexto de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo), es decir, siendo parte de un despido colectivo, es considerada a efectos fiscales como un rendimiento de trabajo. Por este motivo, como la nómina, deberá declararse y tributar en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
Ahora bien, existen formas de indemnización que están exentas de tributar. En concreto, todas aquellas indemnizaciones cuyo importe no supere los límites establecidos por el Estatuto de los Trabajadores, es decir, cuyo importe sea el mínimo legal, estarán exentas de incluirse en el IRPF, aunque sí deberán ser comunicadas a Hacienda, por motivos meramente informativos.
También estarán exentas las indemnizaciones cuya cantidad, además de no sobrepasar el límite establecido, no superan los 180.000 €. Ten en cuenta que, por la cantidad de años trabajados y el sueldo percibido durante ese tiempo, es posible que, aunque la cantidad percibida en concepto de indemnización no supere el límite reflejado en el Estatuto de los Trabajadores, sí sea su importe superior a los 180.000 €.
Si no es el caso y la indemnización no queda exenta de tributar, podrá aplicarse una reducción del 30 %, ya que se considera un tipo de renta que se ha generado a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, en caso de extinción del contrato de trabajo por despido colectivo la mayoría de indemnizaciones no tributarán, quedándose sin estar exentas únicamente las que corresponden a los trabajadores más veteranos y con los sueldos más altos. Asimismo, las cantidades que tributarán serán únicamente las que excedan a los límites establecidos y antes comentados, y no el total acumulado de la indemnización.
Cómo tributa la indemnización por despido
La tributación de una indemnización por despido improcedente o procedente, funciona exactamente de la misma forma que en el caso de despido por ERE. Lo vemos mejor con un ejemplo:
Rosa lleva 30 años trabajando de cocinera en la misma empresa, un restaurante de Madrid. Alegando motivos organizativos y de producción, la empresa aplica un ERE y despide a Rosa y a varios trabajadores más. Teniendo en cuenta los años trabajados y el salario percibido en cada periodo, la indemnización que empresa y trabajadora acuerdan asciende a los 198.278,32 €. De esta cantidad, aunque se corresponde con el mínimo marcado por la ley, tendrán que tributar 18.278,32 €, que es la cantidad que excede a los 180.000 €.
Cómo tributa la indemnización por accidente de tráfico
En el caso de las indemnizaciones derivadas de accidentes de tráfico en los que se hayan sufrido daños personales o materiales, estas no tributarán siempre y cuando no superen los límites establecidos por el juez o los que se establezcan en el momento concreto en el Baremo de Accidentes.
Cómo tributa la indemnización por accidente laboral
En cuanto a las indemnizaciones por accidente profesional, estarán exentas de tributar si no superan la cuantía legal o judicialmente reconocida en el momento de percibirla. Es decir, si se han pactado extrajudicialmente, se considerarán un aumento patrimonial que tendrá que tributar como tal.