La patria potestad es una figura legal que se crea con el objetivo de proteger a los hijos y garantizar su máximo bienestar. Ese bienestar y todas las necesidades que tengan en el presente y en el futuro correrán a cargo de aquellas personas que ostenten la patria potestad de los hijos. Aunque normalmente se otorga a los dos padres en caso de divorcio, existen casos en los que puede recaer en terceros o solo en una parte, en casos excepcionales o si existe acuerdo expreso por la parte que renuncia a ello. Para aclarar el concepto, a continuación explicamos cuáles son los derechos y obligaciones de la patria potestad y qué implican en caso de divorcio.
¿Qué es la patria potestad de un hijo?
La patria potestad hace referencia al conjunto de derechos y obligaciones que los padres adquieren para con los hijos. Las personas que ejercen la patria potestad tienen la capacidad de tomar decisiones en nombre de sus hijos en relación con multitud de cuestiones, al mismo tiempo que adquieren ciertas obligaciones ineludibles para con ellos, que tienen que ver con el concepto de filiación.
Cuando se tienen hijos, además de compartir apellidos y parentesco directo (primera línea), se adquieren las siguientes obligaciones:
- Velar por ellos.
- Acompañarles.
- Proporcionarles alimento y cuidado.
- Facilitar la asistencia sanitaria necesaria.
- Educarles y proporcionarles una formación completa.
- Representarles legalmente y ser administradores de sus bienes.
Además, la patria potestad también implica que los hijos tengan derecho a heredar una parte de los bienes de los padres, lo que se conoce como ‘la legítima‘. Y, en caso de que no exista testamento, ocuparán el primer lugar en la sucesión.
¿Cuál es la diferencia entre la patria potestad y la guarda y custodia?
Cuando hablamos de divorcio, no debemos confundir la patria potestad con la guarda y custodia de los hijos, que hace referencia a la convivencia con estos. Lógicamente, si la custodia de un hijo no es compartida, el cónyuge que la obtenga tendrá que cuidar y asistir a los menores en mayor medida que el otro, pero existen una serie de responsabilidades y gastos extraordinarios en caso de divorcio que siempre serán compartidos, ya que están vinculados a la patria potestad, no a la guarda y custodia.
¿Qué implica la patria potestad en el divorcio?
Por tanto, la patria potestad en un divorcio implica que, aunque no se tenga la guardia y custodia de los hijos, se esté obligado a mantenerlos y a sufragar, junto a la otra parte, los gastos que requieran. Es por este motivo que se crea el mecanismo de la pensión alimenticia, procedimiento mediante el cual una parte realiza un pago mensual a la parte que ostenta la custodia para contribuir al mantenimiento y cuidado de los hijos.
¿Quién tiene derecho a la patria potestad de los hijos?
Normalmente, la patria potestad es ejercida por ambos progenitores, salvo que exista acuerdo explícito en que este trámite de divorcio sea ejercido solo por uno de ellos. Por otro lado, se le puede retirar la patria potestad al progenitor que incurra en delitos o actos graves y que pueda poner en peligro la seguridad del menor, o bien si se encuentra en algún procedimiento penal y ha sido condenado.
La patria potestad seguirá vigente en el tiempo hasta que ocurra alguno de estos supuestos:
- Emancipación del hijo: se entiende por emancipación la independencia económica que le permite mantenerse por sí mismo.
- Muerte de los padres.
- La adopción del hijo por parte de terceros, momento en el que la patria potestad será ejercida por los adoptantes.
- Privación de la patria potestad a raíz de una sentencia judicial: esto puede ocurrir en el caso de que los progenitores incumplan los deberes que tienen para con los hijos, momento en el cual un juez puede privarles de la patria potestad.