Convivir en una comunidad de vecinos no siempre es sencillo. Decenas de personas compartiendo espacios comunes en un edificio da lugar a menudo a pequeñas desavenencias e incomodidades que, la mayoría de las veces, pueden solucionarse mediante el diálogo. No obstante, hay circunstancias en las que la situación se vuelve insostenible, a tal punto de tener que poner una denuncia a un vecino en Sanidad, algo nada agradable pero necesario en ocasiones.
Vamos a conocer en qué casos es necesario emprender este tipo de acción y los trámites para realizar una denuncia de este tipo.
¿Cuándo se debe denunciar a un vecino a Sanidad?
Los situaciones en las que se hace necesario interponer una denuncia a un vecino a Sanidad son variadas, pero todas tienen un denominador común: los efectos negativos que la actividad del inquilino en su domicilio puede tener para nuestra salud y/o la del resto de vecinos.
Vamos a conocer los detalles de las principales situaciones conflictivas para comprender mejor cómo nos pueden afectar en nuestro día a día:
- Síndrome de Diógenes. Por desgracia, este trastorno de la conducta es el principal motivo de las denuncias relacionadas con el vecindario que se interponen en Sanidad. Se trata de un síndrome por el cual la persona que lo padece tiende a acumular sin ningún tipo de orden todo tipo de objetos, incluso aquellos que son perecederos como restos de comida y basura en general. Esto ocasiona que el inmueble progresivamente se llene de residuos hasta hacerlo prácticamente inhabitable, aunque su inquilino siga residiendo en él. El mayor problema es que esto acaba por tener consecuencias para el resto de vecinos, que sufren por un rellano que se impregna de malos olores y hasta de insectos que se alimentan de basura, como gusanos, cucarachas y hormigas.
- Olores ocasionados por la tenencia de animales de compañía cuya higiene no se supervisa. En ocasiones puede darse el caso de que un vecino que posee animales de compañía como perros o gatos no se encargue de velar por la higiene de los mismos. Así, la acumulación prolongada en el tiempo de los excrementos de estos animales puede acarrear no solo malos olores en el rellano e incluso los pisos adyacentes del edificio, sino también problemas de salubridad relacionados con plagas de insectos atraídos por estos residuos, como las cucarachas o las hormigas que mencionábamos antes.
- Almacenamiento de productos tóxicos. Puede darse el caso de que un vecino almacene en su hogar productos o sustancias en grandes cantidades que resultan tóxicos para el ser humano, como disolventes, insecticidas o agentes corrosivos que pueden llegar a verterse al exterior del inmueble o filtrarse a través de goteras, con el riesgo que esto supone para el vecindario.
- Humo y gases relacionados con el consumo de sustancias. Hay vecinos que, no contentos con consumir sustancias ilegales y nocivas para la salud, no muestran el menor celo en evitar que los gases y humos derivados de su consumo emanen al exterior de su vivienda, con lo que la convivencia en la escalera se hace difícilmente respirable.
Ante este tipo de situaciones, y agotada la vía del diálogo, lo más aconsejable es acudir a Sanidad para poner la correspondiente denuncia y que así el organismo competente tome cartas en el asunto.
Pasos para realizar una denuncia a Sanidad
Partiendo del supuesto de que no hemos tenido éxito intentando convencer al vecino problemático de que desista de su actitud o de que reciba ayuda (cuando se debe al síndrome de Diógenes), los pasos para presentar una denuncia en Sanidad contra este inquilino son los siguientes:
- Acude a cualquier oficina de atención ciudadana o a tu ayuntamiento y rellena el formulario correspondiente presentando tu documento nacional de identidad.
- Espera a que la institución inicie los trámites y acuda a vuestro edificio para comprobar la situación denunciada.
Una vez hecho esto, solo queda cooperar con los peritos encargados del caso cuando llegue el momento y esperar a que tomen una resolución lo antes posible.