En ocasiones, un matrimonio puede no reunir todos los requisitos para que se considere como tal. No se trata de que el matrimonio se disuelva mediante un proceso de divorcio, sino de que, en realidad, ese matrimonio nunca ha existido. Y esto puede suceder por diversas causas por las que se considera nulo un matrimonio. Descúbrelas a continuación.
Causas de la nulidad matrimonial
Normalmente la nulidad matrimonial es solicitada por uno de los cónyuges. Al hacerlo, tendrá que demostrar que se da, por lo menos, una de estas situaciones:
- Que ha existido coacción. Es decir, que una de las partes ha recurrido a amenazas o a manipulaciones para que la otra accediera a casarse.
- Que ha habido ocultación o mentira acerca de la identidad de uno de los contrayentes.
- Que uno o ambos contrayentes eran menores de edad cuando contrajeron matrimonio. A esta condición hay que añadirle un matiz: deben ser también económicamente dependientes de la unidad familiar.
- Que uno o ambos cónyuges estaban previamente casados en el momento de la celebración del matrimonio. Aunque posteriormente se haya obtenido el divorcio del anterior cónyuge, el matrimonio posterior seguirá siendo nulo.
- Que los contrayentes son parientes directos. Si se trata de parientes indirectos, es decir, más allá del tercer grado de consanguinidad, el matrimonio no podrá ser considerado nulo.
- Que una parte ha sido condenada por el asesinato, homicidio o participación de algún tipo en la muerte de su anterior cónyuge.
- Que no se encontraban presentes, en el momento del enlace, las figuras necesarias para este tipo de actos. Es decir: un juez, un funcionario autorizado o un alcalde y los testigos.
La persona que solicite la nulidad matrimonial deberá aportar las pruebas correspondientes que acrediten una o varias de estas causas de nulidad matrimonial. Por último, será imprescindible contar con un abogado durante todo el proceso.