La incapacidad permanente indica que un trabajador, por la razón que fuese, se encuentra limitado total o parcialmente a la hora de desarrollar su trabajo. A causa de esta limitación, se pueden producir descensos importantes en su nivel de ingresos y, para compensar esta situación, las personas que acreditan tener una incapacidad permanente reciben una prestación, cuyo importe dependerá del tipo de incapacidad y de las circunstancias personales de cada uno. Así pues, ¿cuánto se cobra por la incapacidad permanente? Lo analizamos a continuación.
¿Cómo se calcula una incapacidad permanente?
Para saber a cuánto asciende la incapacidad permanente, primero debemos saber de qué tipo es dicha incapacidad permanente. Existen tres: la incapacidad permanente parcial, la incapacidad permanente total y la incapacidad permanente absoluta.
Cuánto se cobra por incapacidad permanente parcial
En primer lugar, la incapacidad permanente parcial es la que impide al empleado desarrollar con total normalidad su profesión, aunque puede seguir ejerciéndola, en la actual empresa o en cualquier otra. En este caso concreto, la prestación se cobra de una sola vez, y corresponde a 24 mensualidades cuyo importe ascenderá a la base reguladora de su salario.
Cuánto se cobra por incapacidad permanente total
En segundo lugar, la incapacidad permanente total es la que inhabilita a la persona para ejercer su profesión habitual (la que desempeñaba en el momento de solicitar la incapacidad), aunque sí pueda dedicarse a cualquier otra. Mientras esté trabajando, podrá percibir el 55 % del salario base de su anterior contrato.
Cuánto se cobra por incapacidad permanente absoluta
Y, en tercer lugar, si hablamos de una incapacidad permanente absoluta, y por lo tanto la persona es incapaz de ejercer ningún trabajo, percibirá de indemnización el 100 % de la base reguladora de su último salario.
Para que no quede ninguna duda a la hora de realizar el cálculo del importe de la prestación por incapacidad permanente, ten en cuenta que el salario base corresponde a lo que la empresa te paga, sin tener en cuenta posibles extras o pluses. En cualquier nómina vendrá indicado cuál es tu salario base.