La conocida popularmente como ley de divorcio establece que en España, actualmente, existen tres tipos de divorcio, que son: divorcio de mutuo acuerdo, divorcio exprés (otra modalidad de divorcio de mutuo acuerdo) y divorcio contencioso (también conocido como divorcio litigioso). En función de las particularidades de cada caso se optará por un tipo de divorcio u otro, siempre teniendo presente que el divorcio contencioso será el más costoso, tanto en términos de tiempo como de dinero.
Explicamos a continuación los detalles de cada tipo de divorcio.
Divorcio de mutuo acuerdo
Nos acogeremos a esta modalidad de divorcio cuando exista acuerdo entre las dos partes respecto a varias cuestiones. La primera, la relacionada con la voluntad de disolver el matrimonio. En este caso, ambos cónyuges son los que solicitan el divorcio, de forma bilateral.
Además, en estos casos se presentará un convenio regulador de divorcio que establecerá las bases y condiciones del divorcio. Este documento regulará el reparto económico o la custodia de los hijos, si los hubiera, y servirá para agilizar el proceso. Impedirá que se tengan que llevar a cabo negociaciones o que surjan discusiones respecto a alguno de los puntos del convenio.
Con esta modalidad, además, se puede ahorrar bastante dinero en los trámites para el divorcio, ya que existe la posibilidad de compartir abogado. El motivo es que los intereses son comunes, desde el momento en que ya se han establecido las condiciones del divorcio.
Divorcio exprés
Se trata de una modalidad especial de divorcio de mutuo acuerdo, que permite agilizar todavía más el proceso. Precisamente por este motivo, se ha convertido en la forma de divorcio más utilizada en España desde que se implantó en el año 2015. La causa es que el divorcio ya es de por sí un proceso difícil, por eso muchas personas optan por la opción exprés, para reducir en la medida de lo posible las consecuencias negativas del procedimiento.
El primer requisito para poder optar al divorcio exprés es que exista acuerdo entre las partes. Como en el caso del resto de divorcios de mutuo acuerdo, será necesario presentar un convenio regulador, y los trámites podrán llevarse a cabo por un solo abogado, pudiendo hacerse incluso a través de Internet. Los plazos se acortan, así como la incomodidad y el dolor que supone atravesar por esta situación. La cantidad económica a desembolsar también será menor, ya que no es necesario abonar las tasas judiciales.
Divorcio contencioso o litigioso
Se trata del tipo de divorcio más costoso, tanto por su coste económico como por su coste emocional. El proceso del divorcio contencioso o divorcio litigioso será mucho más largo, y puede llegar incluso a extenderse durante varios años.
Tendrán que recurrir al divorcio contencioso aquellos matrimonios que no estén de acuerdo sobre las condiciones en las que debería hacerse efectivo el divorcio. Incluso puede suceder que una de las partes no esté de acuerdo con la decisión de divorciarse.
En estos casos no existirá convenio regulador y serán los abogados de cada parte los que defiendan los intereses de cada uno durante el tiempo que dure el proceso. Se podrán alcanzar acuerdos en algunos puntos, y en otro no.
Finalmente, será el juez el que, después de escuchar a las dos partes, dicte la sentencia de divorcio y establezca las condiciones que considere oportunas, que deberán acatarse por parte de ambos cónyuges sin ningún tipo de excepción.
En las tres modalidades de divorcio que existen en España el requisito para poder disolver el matrimonio es el mismo: deben haber transcurrido al menos 3 meses desde la celebración del matrimonio. Asimismo, no será necesario separarse previamente para poder disolver el matrimonio mediante el divorcio, sea del tipo que sea.