¿Sabes quién elige al notario? ¿Cuánto suele cobrar un notario por prestar sus servicios? Resuelve todas tus dudas sobre la figura del notario público.
El notario, también conocido como notario público, es una figura imprescindible en la gran mayoría de trámites legales. Tanto si vamos a iniciar los trámites de compraventa de una vivienda como si queremos firmar los papeles de nuestro divorcio (por poner un par de ejemplos) tendremos que contratar un notario que garantice la legitimidad de los documentos que se firman, entre otras muchas funciones. ¿Pero qué debes tener en cuenta a la hora de elegir notario? ¿Cuáles suelen ser los honorarios de un notario? Todo lo que necesitas saber sobre este funcionario graduado en Derecho, a continuación.
¿Qué es un notario y qué funciones cumple?
Un notario es un funcionario público del Estado graduado en Derecho que está obligado a proporcionar seguridad jurídica a sus clientes, y que en última instancia dependen de la Dirección General de los Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia. En cuanto a las funciones y responsabilidades de este tipo de funcionario, encontramos las siguientes:
- Garantizar un buen asesoramiento jurídico en todas las vertientes del derecho privado.
- Redactar y firmar documentos que estén relacionados con el derecho privado, ya sean testamentos, actas o capitulaciones matrimoniales, entre otros.
- Asegurarse de que las partes implicadas comprendan todas y cada una de las cláusulas de los documentos a firmar, para que no quepa error alguno.
¿Qué estudiar para ser notario?
¿Cuánto puede llegar a cobrar un notario?
Los honorarios de un notario están sujetos a un arancel fijo establecido por el Gobierno de España en 1989, y dependen de los servicios que presten y del volumen de trabajo que tengan. En definitiva, podemos resumir el arancel notarial que existe en la actualidad de la siguiente manera:
- Por poderes en general: 30,050605 euros
- Por poderes para pleitos: 15,025303 euros
- Por actas: 36,060726 euros
- Por testamentos: 30,050605 euros
- Por capitulaciones matrimoniales: 30,050605 euros
- Por escrituras de subrogación o préstamos hipotecarios: 30,050605 euros
- Por documentos relacionados con el estado civil, emancipación o reconocimiento de filiación: 30,050605 euros
Aunque algunos notarios pueden hacer un descuento del 10% en la tarifa total, has de saber que todos los notarios españoles cobran el mismo arancel por idéntico servicio. El hecho de que escojas a uno u otro dependerá, en resumidas cuentas, de la calidad y la fama del mismo, pero nunca del salario. Este detalle garantiza que todos los ciudadanos puedan tener acceso a los servicios de un notario, independientemente de su renta.
¿Dónde puedo encontrar un notario público?
Actualmente hay un total de 3.000 notarios repartidos por toda la geografía española. Por ello, dado que todo el mundo tiene derecho a elegir su notario, siempre puedes decantarte por aquel que se encuentre más cerca de tu domicilio o lugar de trabajo. Él estudiará tu caso y, sin coste alguno hasta el inicio de sus servicios, te aconsejará sobre el método más adecuado para solventar tu situación.
Aunque siempre puedes confiar en la opinión de alguna persona de confianza que haya contratado los servicios de un notario, nosotros te recomendamos que accedas a la web del Consejo General del Notariado (notariado.org) y escojas al que mejor te convenga según tu caso y necesidades personales.
¿Cómo elegir a tu notario?
Aunque, como ya hemos adelantado, hay libertad de elección de notario, la decisión final corresponde a una de las partes implicadas (o a ambas, según el caso). Así pues, en vez de dar consejos para elegir a un notario, deberíamos preguntarnos quién elige al notario de turno. Entonces:
- Si hay acuerdo entre las partes, se puede elegir a cualquier notario (independientemente del domicilio de cada una de las partes).
- Si no hay acuerdo entre ambos, la elección dependerá de la persona que deba pagar la totalidad o la mayor parte de los costes notariales.
- Si eres un particular que contrata a un promotor inmobiliario (para la compraventa de una vivienda) o a una entidad financiera (para solicitar una hipoteca, por ejemplo) eres tú el que tiene derecho a elegir notario.