En ciertas ocasiones, debido a la naturaleza y el contexto de los hechos denunciados, una persona decide interponer una denuncia sin revelar su propia identidad. Este tipo de denuncia, popularmente conocida como denuncia anónima o delación, es un procedimiento muy habitual en casos de violencia de género, homicidio, narcotráfico o incluso en denuncias ante la Inspección de Trabajo. ¿Pero cómo funciona una denuncia anónima y qué protocolo debemos llevar a cabo? Las respuestas que necesitas, a continuación.
¿Qué es una denuncia anónima?
Como ya hemos adelantado, el concepto de denuncia anónima hace referencia a aquellas demandas que se realizan de manera secreta ante las autoridades competentes. Dado que todos los países cuentan con su propio procedimiento para poner una denuncia anónima, cualquier organismo público tiene habilitado un sistema de denuncias de estas características.
Entre los ejemplos de denuncia anónima más habituales se encuentran los siguientes:
- Denuncias por maltrato y violencia de género
- Denuncias por secuestro, homicidio o extorsión
- Denuncias por drogas
- Denuncias por delitos tecnológicos: suplantación de la identidad, fraude en Internet, etc.
- Denuncias para la Lucha Antiterrorista
¿Cuándo interponer una denuncia anónima?
Tanto si has presenciado un hecho delictivo, como si eres víctima de algún suceso que se encuentre fuera de los límites de la ley, puedes ponerte en contacto con las autoridades y emitir una denuncia anónima (especialmente si la persona acusada forma parte de tu entorno o tienes miedo de que tu identidad pueda salir a la luz).
Es de vital importancia que interpongas la denuncia en el momento justo de haber presenciado o sufrido el hecho delictivo, puesto que las autoridades necesitarán toda la información posible cuanto antes. De esta manera, la persona que interponga esta demanda se asegurará de recordar todos y cada uno de los detalles importantes.