Lo que comúnmente se conoce como la legítima es un término imprescindible en el mundo de los testamentos y herencias, puesto que hace referencia a una de las tres partes que componen el caudal hereditario: la legítima, la mejora y la libre disposición. Por lo tanto, entender el concepto de legítima, así como sus implicaciones legales, nos resultará clave a la hora de conocer nuestros derechos y obligaciones como herederos. Todo lo que necesitas saber sobre la definición de legítima, a continuación.
¿Qué es la legítima?
La legítima hace referencia a la parte de la herencia a la que el testador no puede acceder libremente, aunque así lo desee. La legítima está reservada, por Ley, a los herederos forzosos (es decir, aquellos descendientes que están contemplados sí o sí en una herencia, a no ser que el testador decida desheredarlos expresamente)
¿Qué cantidad es la legítima?
El valor de la legítima depende de dos variables: el valor que tengan los bienes del testador en el momento de su fallecimiento (deduciéndose gastos como los créditos, las hipotecas o las deudas pendientes de pago, si las hubiesen) y el número de herederos que concurran a la herencia (distinguiéndose así entre la legítima del cónyuge viudo, la legítima de los hijos y descendientes y la legítima de padres y ascendientes). El tanto por ciento de la legítima dependerá, finalmente, de estos conceptos.