Cuando hablamos de novación hipotecaria, nos referimos a la modificación de alguno de los factores de una hipoteca, como puede ser el titular, el tipo de interés, el plazo, el importe del préstamo hipotecario o el mismo banco. La subrogación de la hipoteca, por lo tanto, es un tipo concreto de novación que puede darse de dos maneras concretas. ¿Te gustaría conocer todos los detalles sobre el concepto de subrogación hipotecaria? Entonces no dudes en seguir leyendo.
¿Qué es la subrogación de una hipoteca?
Hablamos de subrogación hipotecaria cuando nos encontramos ante un tipo de novación que, o bien hace referencia al cambio del titular de una hipoteca (es decir, la subrogación del deudor: cuando compramos una vivienda que ya está hipotecada por otra persona o entidad) o bien se refiere a la subrogación del acreedor (cuando cambiamos la hipoteca a otro banco que nos ofrece unas condiciones más favorables).
Como ves, una de las acepciones de la definición de subrogación hipotecaria hace referencia al traspaso de las obligaciones hipotecarias de una entidad bancaria a otra, algo que no beneficia a los bancos. Por lo tanto, es de suponer que muchas de estas entidades se protegen a sí mismas mediante cuotas de pago por subrogación hipotecaria.