Dentro del mundo judicial, y concretamente en el ámbito de los bienes inmuebles (puesto que el usufructo de una vivienda suele ser la acepción más utilizada, aunque no sea la única), existe un derecho que puede y debe ser aplicado por los usufructuarios (es decir, por los individuos que tienen potestad sobre este derecho). Estamos hablando, como ya habrás adivinado, del concepto de usufructo. ¿Te gustaría conocer su significado?
¿Qué es el usufructo?
El usufructo es el derecho que tienen ciertas personas para disfrutar de los bienes ajenos (que por lo general están relacionados con las propiedades y los bienes inmuebles) con la condición y obligación de conservarlos como es debido.
Es decir, que la persona que disfrute de este derecho (el usufructuario, como ya hemos mencionado) podrá utilizar esta propiedad siempre y cuando la respete y la cuide, ya que no es el propietario de la misma. Dicho propietario (el dueño de la propiedad) será quien, en última instancia, tenga derecho para gravar o vender esta propiedad.
¿Qué es la extinción del usufructo?
Ahora que conoces la definición de usufructo, vamos a analizar los casos en los que puede extinguirse un usufructo, ya que los motivos pueden ser de lo más variados. Presta especial atención:
- Cuando fallece el usufructuario (caso únicamente válido en el caso del usufructo vitalicio, puesto que conlleva estas condiciones).
- Cuando expira el plazo del usufructo (es decir, cuando los derechos del usufructuario sobre una propiedad tienen fecha de inicio y de fin).
- Cuando el usufructuario renuncia a sus derechos y obligaciones del usufructo.
- Cuando el usufructuario no ha hecho un buen uso del bien, y por lo tanto prescribe el trato existente entre usufructuario y propietario.