Cada vez es más habitual recurrir a portales internacionales para adquirir diferentes tipos de productos vía online, la mayoría de los cuales proceden de países que no se encuentran dentro de la Unión Europea. Como ejemplos paradigmáticos y que seguro conoces, Amazon (estadounidense) o AliExpress (chino). Lo que muchas veces no sabemos es que al realizar una compra por Internet de un producto que se encuentra fuera de la Unión Europea tendremos que pagar, muy probablemente y con algunas excepciones, la tasa de aduanas. La tasa de aduanas en las compras por Internet es un impuesto que se habrá de abonar si se cumplen determinadas condiciones, igual que ocurre, por ejemplo, con las importaciones que realiza una empresa.
¿Tengo que pagar derechos de aduana por una compra online?
La respuesta es sí, con condiciones. Hay que tener en cuenta que existen ciertos factores que influyen en la existencia o no de derechos de aduana y el importe que hay que pagar por ellos.
Aunque más adelante veremos cuáles son esos factores, también es importante señalar que el volumen de pedidos importados es de tal magnitud, que no es de extrañar que muchos de estos paquetes se queden sin abonar su respectiva tasa y no sean detectados por los agentes de aduanas.
En cualquier caso, te resultará muy útil conocer con antelación cuáles son las tasas que se tienen que pagar en las compras online y, si es el caso, si te corresponde a ti hacerte cargo de este trámite aduanero o, por el contrario, lo pueden asumir la agencia de transportes o el propio vendedor.
¿Qué tasas de aduana se pagan al comprar por Internet?
Como decíamos, existen una serie de condicionantes que definirán cuál es la tasa de aduana que se tiene que abonar en cada caso. En primer lugar, si el producto que se adquiere tiene un precio inferior a 22 €, no se encontrará sujeto a las tasas de aduana. Eso sí, esto se aplica solo si el vendedor es una empresa, porque si quien vende el bien es un particular (por ejemplo, al realizar la compraventa a través de plataformas como eBay), el importe mínimo para que exista dicha tasa asciende a los 45 €.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el importe del arancel puede ser diferente en cada caso. Lo más habitual es que el porcentaje general aplicable sea del 2,5 % sobre el precio original del producto. No obstante, has de saber que no todos los tipos de producto están sujetos a este arancel ni, si lo están, tienen las mismas condiciones. Como ejemplo, en China se paga un impuesto adicional de este tipo si se adquieren bicicletas fabricadas en el propio país. Todo dependerá, como es lógico, del país de procedencia y del tipo de producto.
También hay que valorar la posibilidad de que exista o no recargo por el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), que será, si se aplica, del 21 %. Para poder verlo mejor con un ejemplo, tomamos el caso de un producto que sí esté sujeto a IVA y a la tasa de aduanas por compras en Internet (por su propia naturaleza y por el país de procedencia). Es un ejercicio interesante, ya que el precio de dicho producto puede encarecerse considerablemente debido a la aplicación de estos y otros costes.
Pensemos que el precio original del producto es de 200 €. A esta cantidad, se le sumará normalmente un 2,5 % de tasa de aduanas. Asimismo, el IVA aplicable será del 21 % sobre el precio del bien. Además, es muy probable que la empresa de transportes añada un sobrecoste por la gestión del producto al pasar por las aduanas, que puede ser de 5,30 €. Así, si realizamos la suma, el coste final será de 252,30 € (frente a los 200 € iniciales).