Después de mucho tiempo de reflexión -y de mucho dinero ahorrado- has decidido dar el gran paso y comprar tu propia vivienda. No obstante, antes de iniciar cualquier tipo de trámite y de solicitar la hipoteca pertinente, hay una serie de detalles que debes conocer y comprender. Sabemos que el proceso de compra de una casa puede generar un montón de dudas -sobre todo si es tu primera vivienda y nunca te has enfrentado a esta situación- pero vamos a intentar aclarártelas de la mejor manera posible. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que desgranando los pasos a seguir en la compraventa de una vivienda? Presta especial atención.
Trámites necesarios para comprar una vivienda
En la compraventa de una vivienda, ya sea de nueva construcción o de segunda mano, intervienen una serie de factores decisivos que debes conocer antes de iniciar cualquier tipo de trámite. De esta manera evitarás correr riesgos innecesarios en un futuro.
1. Sé realista y define tu presupuesto
Desde luego, el presupuesto es el factor principal en la compraventa de una vivienda, y nuestro consejo es que lo definas antes de escoger el tipo de vivienda que deseas. ¿Por qué? Porque debes tener bien claras tus posibilidades de acceso al crédito que necesitas, ser consciente de los impuestos que podrás pagar en la compraventa de tu vivienda e identificar los gastos anuales que no podrás abonar.
Al fin y al cabo, lo ideal es que puedas pagar tu vivienda cómodamente, independientemente de la forma de pago que hayas escogido (y que explicaremos a continuación). Al hacer números y reflexionar a largo plazo evitarás correr cualquier riesgo innecesario en el futuro.
2. Escoge un tipo de vivienda que se ajuste a tu presupuesto
Actualmente cuentas con un gran número de vías para encontrar la vivienda de tus sueños: portales especializados, agencias inmobiliarias, promotoras, anuncios de prensa o el tradicional boca a boca. ¡Las posibilidades son inmensas! Sin embargo, el tipo de vivienda que vayas a adquirir se puede clasificar de la siguiente manera:
- Vivienda nueva o viviendas de nueva construcción: es decir, las viviendas de primera transmisión que todavía no han sido compradas o alquiladas desde su construcción. Son, como es lógico, las más caras.
- Vivienda de segunda mano: aquellas viviendas que, o bien ya fueron transmitidas con anterioridad entre particulares, o bien son viviendas a estrenar que no son de primera transmisión (aunque este último caso es el menos habitual). Si escoges una vivienda de segunda mano del primer tipo, tendrás que acudir al Registro de la Propiedad y asegurarte de que no hay ninguna carga económica que pueda pesar sobre el inmueble.
- Vivienda protegida o vivienda de Protección Oficial (VPO): este tipo de bien inmueble cuenta con ciertas ventajas económicas y fiscales para las personas que tienen dificultades para acceder a una vivienda.
3. Elige al vendedor
Como norma general, puedes apostar por tres tipos diferentes de vendedores, dependiendo de tus necesidades y solvencia económica: un particular, una promotora o una empresa inmobiliaria. También cuentas con las casas y pisos en venta de bancos, aunque suele ser la opción menos recurrida.
Compraventa de vivienda entre particulares
Si optas por esta vía te encargarás tú mismo/a de las negociaciones, tanto de las condiciones de la compraventa como del precio de la vivienda. La compraventa entre particulares hace mucho más rápido el proceso, pero deberás tener especial cuidado (sobre todo si no eres experto en materia o no cuentas con el asesoramiento inmobiliario suficiente) ya que podrías sufrir posibles engaños.
Compraventa de vivienda con inmobiliaria
Al acudir a una agencia inmobiliaria y contar con la ayuda de un asesor especializado, podrás recibir una oferta de viviendas que estén ajustadas a tu presupuesto y recibir asesoramiento durante todo el proceso de compraventa.
Compraventa de vivienda sobre plano
Es decir, a través de una promotora. De esta manera podrás supervisar la construcción de tu vivienda sobre el plano, pero también puedes arriesgarte a que surjan posibles inconvenientes en el camino. Al fin y al cabo, no se puede determinar con exactitud lo que ocurrirá en una obra en construcción.
4. Haz una visita a la vivienda
Obvio, ¿verdad? Aunque te haya fascinado tu futura vivienda a través de las fotografías de la inmobiliaria o del particular, es de suma importancia dar una vuelta por la casa y por el barrio. Y, si puedes preguntar a tus futuros vecinos sobre la zona, la vivienda y la vida en la comunidad, mejor que mejor.
5. Lanza tu oferta y negocia el precio de la vivienda
Si llegados a este punto tienes clarísimo que quieres comprar una vivienda, es momento de hacer una oferta y, por qué no, negociar el precio final con la inmobiliaria o el particular.
No te olvides de acudir al Registro de la Propiedad para confirmar que los datos inscritos del inmueble correspondan con la realidad física de la vivienda, así como para conocer las posibles cargas existentes: hipotecas, embargos, deudas, etc. Cerciórate también de que el inmueble esté al corriente de pago del Impuesto de Bienes Inmuebles correspondiente.
Por último, confirma la autorización del crédito hipotecario que has solicitado a tu banco. Ante todo has de asegurarte de que todos los cabos estén bien atados antes de firmar el contrato de arras y la escritura pública (pasos previos al pago final de la vivienda).
6. Firma el contrato de arras
Ahora sí, firma tu contrato de compraventa o contrato de arras; un documento en el que el vendedor se compromete a vender su vivienda a cambio del precio acordado. Si por alguna de aquellas el vendedor o el comprador incumpliera alguna de sus obligaciones, se establecerían las multas pertinentes.
7. Firma la escritura pública
Por último, y antes de pagar tu vivienda, tendrás que firmar la escritura pública ante notario (profesional que se asegurará de que las partes implicadas comprendan con exactitud las condiciones que están firmando). En este documento plasma por escrito las declaraciones realizadas por el comprador y el vendedor.