El testamento vital es un tipo de testamento muy especial. Se trata de las voluntades de una persona sobre los cuidados o tratamientos médicos que desea recibir en caso de que sufra una enfermedad o un accidente, y no pueda tomar estas mismas decisiones por sí misma. Es importante conocer muy bien para qué sirve un testamento vital, en qué casos es bueno hacerlo, cuál es su formato más habitual y cómo puedes hacer un testamento vital de forma sencilla. Por eso, te lo explicamos todo a continuación.
¿Qué es un testamento vital?
También llamado Documento de Voluntad Anticipada (DVA) o Instrucciones Previas, el testamento vital es un documento legal redactado por una persona mayor de edad que se encuentra en plenas facultades. El él, expresa con total libertad las instrucciones a llevar a cabo en el caso de que requiera de cuidados médicos y no pueda decidir sobre ellos o expresar su decisión en ese momento futuro.
Este documento, además de permitirnos estar seguros de que vamos a recibir el trato que deseamos, proporciona una importante ayuda a familiares y profesionales médicos, que muchas veces no saben qué hacer ni qué decidir en esos difíciles momentos.
Como dato importante a tener en cuenta, este documento es clave en este caso particular de testamentos y herencias, ya que se trata de un instrumento legal que tiene su propio funcionamiento y normativa en cada comunidad autónoma, por lo que es conveniente que nos informemos sobre ello antes de comenzar a redactarlo.
Formato del documento de voluntad anticipada
Una de las diferencias que encontraremos en función de en qué comunidad autónoma residamos será el contenido mínimo que el documento de voluntad anticipada debe contener. No obstante, lo más habitual es que siempre siga el siguiente formato:
- A grandes rasgos, se explicarán cuáles son los pensamientos y objetivos que se tienen respecto a los momentos finales de la vida y cómo queremos que estos sean, así como en el caso de que se produzca una progresiva restricción física o psíquica que no permita que la persona se exprese con normalidad y libertad en un momento futuro.
- También se darán instrucciones claras y limitaciones concretas en relación con los cuidados médicos que se desean recibir. Hablamos en este punto de un tema muy personal y que, siempre dentro de los límites que marcan la ley y las buenas prácticas médicas, debe respetarse siempre.
- Es habitual en el testamento vital o documento de voluntad anticipada nombrar a uno o varios representantes. Escogeríamos a personas de nuestra total confianza y que sabemos que tomarán en cada momento las decisiones que a nosotros nos gustaría que se tomaran.
- Por último, se indicará en este documento legal qué deseamos que se haga una vez se produzca el fallecimiento. Por ejemplo, se dejarán claras cuestiones como el entierro o la incineración, o la donación de órganos.
Cómo hacer un testamento vital
Es posible realizar un testamento vital uno mismo y en el formato que uno desee, pero habrá que tener en cuenta que se tratará de un documento privado sin validez legal. Para otorgarle esa validez, será necesario elegir un abogado y formalizarlo.
Esta formalización puede hacerse de dos formas diferentes. Por un lado, recurriendo a los servicios de un notario, para dejarlo plasmado en escritura pública. O, por otro lado, contando con la presencia de, por lo menos, tres testigos. Ante ellos habrá que hacer una declaración con el contenido básico del testamento vital.
No obstante, hay que tener en cuenta que dos de estos tres testigos no deben tener ninguna relación familiar o económica con el testador. Es decir, no podrán ser ni su cónyuge, ni familiares hasta segundo grado de consanguineidad ni tener negocios o patrimonio en común con la persona que va a realizar la declaración testamental.